JUEVES Y VIERNES.

El Jueves Santo, a la salida de la Catedral de Oviedo, donde asistimos a la celebración de los Oficios:
Misa en la que se conmemoran:
la institución de la Eucaristía,
la institución del Orden sacerdotal 
y
el precepto del Amor fraterno.

Una ceremonia solemne, con cantos y rezo pausados, que ayudan a conectar con el mundo sobre- natural, con nuestras más íntimas aspiraciones de ETERNIDAD.

Al día siguiente, también en la Catedral, que estaba completamente llena, Misa en la que se conmemora la Pasión del Señor.

Al terminar, con enorme expectación, se muestra el paño que cubrió el rostro de Jesús al ser sepultado:

el Santo Sudario.

Supongo que para cada uno tendrá una resonancia interior.
Para muchos (entre los que me encuentro), es muy emocionante, desde el punto de vista espiritual.
Para aquellos que no creen o están confusos, todo esto puede resultarles lejano, extraño... 
La solución es buscar la Verdad, leer, pensar, intentar conectar con Dios... Plantearse:
" A lo mejor, ellos (los cristianos convencidos) están locos o equivocados. Pero ¿Y no puedo estar yo equivocado?"


Y, aunque la corriente dominante, sea escéptica en estos temas
¿Cabe la posibilidad de que el vivir solo en el mundo de los sentidos, de la productividad y eficacia, de una cierta superficialidad... vaya haciéndonos perder sensibilidad para captar las realidades espirituales?

Bueno... es cuestión de pensarlo cada uno.
No de discutir, pues no se trata de quién tiene razón, sino de algo mucho más importante:
qué hay después de esta vida:
¿nada? ¿Otra VIDA?
y es importante porque, según sea la búsqueda y la respuesta, la existencia cobra otra dimensión.
Se vive igual, pero interiormente todo es diferente:

mejor.

La felicidad no dependerá solo de la salud, bienestar en cualquiera de sus niveles, de pasarlo más o menos bien, etc., etc.

Por supuesto que hay personas maravillosas, buenísimas... que no creen en nada...
Son dignas de admiración, por supuesto.
Si ya con la ayuda de Dios a muchos mortales nos cuesta perdonar, ser honestos y demás...

Pero esto ya es otro tema en el que hoy no voy a entrar.


Volviendo al Santo Sudario, otro aspecto interesante:
la historia sobre cómo, desde Jerusalén llegó a Oviedo.

Una aventura documentada, cuyo resumen se encuentra en el vídeo de abajo.
Información más amplia en la web del Centro español de sindonología:
http://www.linteum.com/el-santo-sudario-galeria-multimedia.php

En resumen:
para mí - y para muchos católicos- son días para profundizar y admirarnos de nuestra Fe.
A pesar de
 nuestros errores, pecados y limitaciones (y en ese "nuestros" incluyo a las generaciones pasadas, las presentes y las venideras; las MÍAS, que son las que tengo que afrontar);

a pesar de la indiferencia e ignorancia cada vez más generalizadas,
incluso del desprecio hacia las convicciones de los cristianos;

a pesar de las persecuciones y matanzas; de las torturas y presiones...

A pesar de todos los pesares, la cristiandad se ha mantenida viva durante más de veinte siglos.

Y seguirá viva, mientras haya una sola persona que luche por vivir de modo coherente con esta doctrina.
Modo coherente e inevitablemente imperfecto.

A cada uno nos corresponde la tarea de cultivar y fortalecer la confianza en Dios y que nuestra propia vida refleje algo de su infinita bondad.
Intentar ser OTRO CRISTO.


Y, para terminar, una felicitación:
¡Feliz Pascua de Resurrección!
Jesús ha vencido a la muerte.
Y nosotros TAMBIÉN - con su ayuda-  podremos ganarle el pulso
y

 VIVIREMOS CON ÉL.