lunes, 13 de abril de 2015

CONSUMISMO


Hoy se decidió, arriesgó, lanzó... a tomar una decisión drástica.



Cambiar de look. 
Concretamente, de corte de pelo.

No cabía demasiado margen, pues ya lo tenía corto.

Llevaba demasiado tiempo con su mismo estilo: cómodo, agradable...,
pero ya...un poco aburrido.


Salió contenta de la peluquería.

Su satisfacción iba en aumento a medida que se encontraba con alguien conocido; cuando en su casa le dieron el visto bueno; cuando envió la foto y a algunas amigas de confianza...
La opinión general era positiva.




Pero, por la tarde, una niña encantadora de séis años, a la que conoce bastante, sin mediar saludo, le espetó, en un un tono muy serio:

"¡¿Por qué te has cortado el pelo?!"

El gesto que acompañaba su recriminación era, más o menos, este:


Resultado de imagen de niña enfadada imagenes

La interpelada le respondió con una pregunta:

"¿NO te gusta?"

La niña repitió:

"¡¿ Por qué te cortaste el pelo?!

"Bueno... ya veo que no te gusta." dijo, intentando no darle importancia.


A los pocos minutos, otra cría se acercó y le susurró:


"Estabas mejor antes..."


Como suele decirse que los niños son los que dicen las verdades, volví de la catequesis que doy a estas y otros niños, pensativa y...



SONRIENDO.





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