miércoles, 28 de agosto de 2013

Revisión esta mañana en la Clínica de Navarra.
 La situación ha empeorado:
 1. Los implantes tumorales han aumentado de tamaño. El oncólogo ha comparado los tamaños del TAC que me hicieron esta mañana con los anteriores.
 2. El marcador tumoral específico de esta enfermedad (CA 15.3) está aún más alto.
 3. El episodio de dolor del día 10 por la inflamación de la pleura también es indicativo, según el médico. Aunque ha remitido, ha dejado alguna secuela: fatiga, un poquito de molestia en esa zona.Sobre todo, revela que la zona "anda revuelta." A pesar de esto, mi estado físico general es bueno y los resultados del hemograma, también.
 Por este motivo, voy a cambiar de tratamiento: del hormonal que empecé el 5 de junio paso de nuevo a quimio. La buena noticia es que, por el momento, empezaré con la forma más suave, en forma de pastillas. Aunque suelen llevar consigo algunos efectos secundarios, son mucho más llevaderos que la "endovenosa". (La que me pusieron desde febrero al 31 de mayo.)
 Por otra parte, me siguió explicando el médico, ni la fuerte ni la suave (pastillas) se puede saber si van a a ser efectivas. Por eso, lógicamente, mejor empezar por la segunda.
Mis impresiones: No me ha sorprendido este empeoramiento, pues, por un lado, desde el día 10 me encontraba peor y, por otro, ya sabía el dato del marcador, pues los análisis los hice en Oviedo unos días antes. Así que ya venía mentalizada, incluso para un "veredicto" peor. El día anterior a la revisión sí estaba nerviosilla, inquieta... En la consulta y ahora, bien: tranquila. Pasé un momento de miedo cuando el médico mencionó como posibilidad de quimio de la que se te cae el pelo. Soy consciente de que esta enfermedad no tiene cura y el objetivo es mantenerla más o menos controlada, con una calidad de vida lo mejor posible.
Como siempre os digo, sé que Dios es el que va disponiendo las cosas y yo solo debo dejarme llevar, intentando aceptar su Voluntad. También sé que esto es fácil decirlo, pero no tanto cumplirlo. Habrá momentos de inquietud, incertidumbre... Otros de disfrute. Y lo importante es, tanto en unos como en otros, que Dios me siga dando paz y alegría. Y ahora, cuando cierre el PC, me pongo las zapatillas de deporte, camiseta... y voy a andar un rato.

viernes, 23 de agosto de 2013

Ya recuperada del episodio del día 10. Los antinflamatorios y analgésicos hicieron efecto a los pocos días-
Por lo demás... todo bien.

miércoles, 14 de agosto de 2013

¡¡Hola!! Volví del Llendón el 6 de agosto. Allí todo muy bien. Como os comenté anteriormente, asistí a un Curso de " mejora personal" ( así lo llamo yo), con actividades formativas, espirituales, lúdicas...
Ahí van algunas fotos:                                                                                                                                                                               


Por este sendero bajábamos y subíamos a playa España a media mañana...
A veces nos subían en coche.





Con Marta, escultora, y Carmen, periodista.
Estamos en el jardín del Llendón. Al fondo... el mar.










Muchas hortensias preciosas nos alegraban la vista.







Y, de vez en cuando...
un "culín" de sidra.

Ya en Oviedo, todo bien: vuelta a la normalidad.
El único  sobresalto ocurrió el día 10: un dolor en el costado izquierdo, cada vez más intenso, me llevó a Urgencias.
 Diagnóstico: pleuritis  que provoca contracturas musculares en la zona dorsal.
La explicación es que los implantes tumorales que se encuentran en la pleura del pulmón izquierdo la inflaman y las terminaciones nerviosas provocan dolor.
El caso es que no recuerdo haber tenido un dolor tan intenso y constante, sobre todo esa noche.
Afortunadamente, analgésicos y anti- inflamatorios fueron haciendo efecto y hoy, día 14, es muy leve.
La enfermedad sigue ahí: esta es la realidad.
Hace unas semanas me enteré de que no se cura. Al principio me quedé bastante... "chafada".
 Ahora ya lo he digerido y sé que los tratamientos no pretenden curar, sino frenar el avance. PALIAR. Como siempre, la confianza en Dios me tranquiliza.