viernes, 4 de julio de 2014

TREN.
De vuelta a Oviedo.

Séis horas y media de viaje + espera en la estación de Pamplona, debido a un retraso...
 dan para mucho.
Iba provista de prensa, prendas variadas para afrontar posibles cambios de temperatura, algo para comer...
Lo mejor fue conocer a una chica que en la estación de Pamplona - entre los mochileros que llegaban para los sanfermines- me llamó la atención, porque iba muy bien arreglada y por su gesto agradable.
En el andén, se acercó a preguntarme algo y empezamos a charlar.

En esos segundos comprobé que era una persona
muy educada,
y
delicada.

Ibamos sentadas en coches diferentes. 

Tras unas horas de viaje, me acerqué al suyo y entonces ocurrió uno de esos momentos casi "mágicos":




dos personas que conectan estupendamente, 
que hablan el mismo lenguaje,
que se sienten comprendidas
y confían la una en la otra...

¡Qué bonito!

Seguiremos en contacto,
¿verdad, María?

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