EL ¡PARTIDO MÁS IMPORTANTE!

Este fin de semana europeo (final de la Champions y elecciones) me ha hecho pensar.

En lo que se refiere al aspecto deportivo, aunque no soy "futbolera", suelo seguir las finales de Liga o Copas.

En el caso del sábado, uno de los equipos, parecía que iba a perder.
Como sabréis la mayoría (supongo), en los minutos finales...

¡¡¡Gooooool!!!

A partir de ahí, empate y en la prórroga, tres más.

No voy a entrar en valoraciones técnicas, sociológicas, etc. de las que se ocupan los expertos.
Bueno... y los que no lo son.
De hecho, cuando estaba viendo el partido y escuchaba a mi alrededor, en tono indignado, afirmaciones categóricas:
"¡NO ha sido falta...!" "Pero ¿por qué no defienden/ atacan...?" 
"Falta, falta... ¡Y el árbitro... ¿por qué no saca la tarjeta amarilla?"...
y expresiones semejantes, pensaba:

cada espectador o telespectador se convierte en comentarista deportivo, árbitro, seleccionador... 
desde la tribuna de su casa, del bar...

Volviendo a lo que estaba escribiendo, mi reflexión es, más bien, ¿antropológica/ filosófica? 

La vida es también un partido en el que hay que luchar hasta el final, sabiendo que, combinado con otros factores...

 LO QUE PARECE IMPOSIBLE puede ocurrir.
Y, si no ocurre, tendremos la satisfacción de haber puesto todos los medios a nuestro alcance.

Nada original: lo sé,
 pero esta final de Champions me ha animado a considerarlo y a...

volver al terreno de juego con más energía. 

Cada uno estamos jugando el PARTIDO MÁS IMPORTANTE:

¡NUESTRA PROPIA VIDA!