El testimonio de Bethany H. me ha ayudado y ayuda a intentar ser más fuerte mentalmente:
si una adolescente es capaz de superar una amputación traumática de un brazo, es un referente.
Sin duda, pienso que sus padres le han transmitido muchos valores y una gran Fe.
Copio algunas cosas que he leído sobre Bethany Hamilton:
Unos días después de la segunda operación, Bethany paseaba por el hospital y visitaba a otros
enfermos, como un joven surfista afectado por un tumor.
Sólo había pasado una
semana desde el ataque cuando la joven regresó a su casa en Princeville (Kauai)
y reanudó su vida, rodeada de su familia.
Diez semanas más tarde ya estaba en el agua y consiguió
volver a practicar surf.
En 2005 viajó a uno de los países más afectados por el tsunami,
junto con un grupo de voluntarios para llevar a cabo ayuda humanitaria.
“Ella cree que logró llegar a tierra, tras el ataque del
tiburón, porque Dios le tenía algo reservado.
Ahora su objetivo fundamental es
utilizar su propia experiencia para ayudar a otros. Quiere hablar de las mujeres
que hacen surf y de su Fe.
Bethany no desea que digan que es valiente o una
heroína. Sólo quiere ser natural, ser ella misma”, explica su representante.
Actualmente tiene 24 años, se ha casado y sigue practicando
surf como profesional.
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