lunes, 6 de julio de 2015

UNA HORA DE TRANQUILIDAD.

Michel encuentra un disco de jazz en un mercadillo. 
Lo buscaba desde hace años y ahora está 

¡encantado!

A partir de ese momento, solo tiene un deseo:
 llegar a casa y disponer de una hora sin preocupaciones ni responsabilidades para disfrutar de su nueva adquisición. 

No es mucho pedir, ¿verdad?
Una hora de tranquilidad.
O media...
O, aunque solo sea...
Un cuarto de hora...

Supongo que es una experiencia que, de un modo u otro, muchos/ todos hemos vivido.

Y a veces hemos comprobado lo difícil que es cumplir ese deseo.

Por eso me hace sonreir (y, en ocasiones, reír) esta película, que en español tiene un título más directo que el original francés:









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