viernes, 8 de mayo de 2015

"Y TÚ...
¿CÓMO ESTÁS?"

Pues bastante bien.
Físicamente,
 continúan los dolores musculares (me he enterado hace poco que la químio también influye),
 me fatigo más al andar - especialmente, en ligeras pendientes o escaleras. Mi punto de referencia son los trayectos habituales.-.
y ...
alguna cosilla más.

Entonces - quizá os preguntéis- "¿Cómo dices que estás bastante bien?"

Porque, interiormente, acepto estas limitaciones y con ellas (no A PESAR DE)

¡estoy contenta!

 Ya sé que estos leves efectos secundarios han venido para quedarse y, posiblemente, irán apareciendo más, pero, simplemente, procuro adaptarme.
Ya sé que tengo que andar más despacio y pararme al subir escaleras o subir calles algo empinadas. 
Calculo que me llevará más tiempo que antes y eso me permite mirar, contemplar, observar... 
Esas pausas son - pueden ser- enriquecedoras.

Hoy concretamente ha sido un día especial, en el que he recibido muchas muestras de afecto, que son la mejor pausa para recuperar fuerzas.

Entre ellas, la cariñosa visita de dos antiguas compañeras de colegio.
La amistad se mantiene y refuerza.












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