sábado, 2 de mayo de 2015

PENULTIMOS CAPÍTULOS DEL LIBRO Hacia el Amor.

COMUNICACIÓN 

En la comunicación humana lo más difícil de expresar, desde mi punto de vista, son los propios sentimientos. Muchas veces porque ni uno mismo los tiene claros, ni los entiende.

El sufrimiento es intransferible y, como tal, difícil de expresar. Genera emociones y sentimientos que no siempre guardan relación con las circunstancias externas; a veces se anticipan; otras aparecen de forma retardada.

El sufrimiento no tiene calendarios, ni previsiones, ni lógica aparente...
También esto forma parte de su propia naturaleza y hace sufrir al que sufre y, a veces, a quienes le rodean.
Expresar el sufrimiento no es pues fácil, pero, además, existen pocas personas que escuchen de forma activa y eficaz; personas que sepan escuchar el corazón de los demás.

Existen personas que poseen este don.

"...sabía escuchar de tal manera que a la gente tonta se le
ocurrían, de repente, ideas muy inteligentes. No porque dijera
o preguntara algo que llevara a los demás a pensar esas
ideas. No; simplemente escuchaba con toda atención y toda
simpatía.
Sabía escuchar de tal manera que la gente perpleja o indecisa
sabía, de repente, qué era lo que quería. O los desgraciados
y agobiados se volvían confiados y alegres..."

(Michael Ende, Momo)

Sin duda, el mejor interlocutor es Dios: no solo sabe perfectamente cuál es el mensaje, sino que lo conoce mejor que uno mismo.
Y EL ÚNICO que sabe realmente quién SOY, cómo me siento es Él.
A Dios puedo decirle cualquier cosa, sin necesidad de buscar las palabras adecuadas, sin preocuparme por un posible malentendido...
 Basta un pensamiento

y Él...
 lo transforma.



DENOTACIÓN, CONNOTACIÓN Y CONSENTIMIENTO AUTORIZADO.

Todo médico tiene obligación de informar al paciente de los riesgos potenciales o efectos adversos que pueden presentarse de forma colateral al tratamiento médico o quirúrgico.
 Es su deber y el del paciente el de darse por enterado.

La diferencia entre uno y otro es que para el primero cada término tiene un significado bien preciso y objetivo, mientras que en la mente de muchos enfermos dominan las connotaciones; es decir, los significados subjetivos, borrosos y poco científicos.

De modo que para el médico la palabra quirófano es el "local convenientemente acondicionado donde se realizan operaciones quirúrgicas", su lugar de trabajo, totalmente familiar.


Para quien va a ser operado por primera vez el quirófano es un lugar que 41
HACIA EL AMOR
solo ha visto en el cine o la televisión. En la vida real esta palabra, que huele
a hospital, despierta en quien va a ser operado ansiedad o, al menos, inquietud. 

"Es muy distinto ver a alguien llevado en una camilla que ver el
techo de una clínica cuando te llevan en ella". (Esta última frase me la dijo un cirujano mientras me operaba, con anestesia local).

"Quimioterapia" es el "fármaco o combinación de fármacos anticancerosos diseñados para matar las células neoplásicas".

Para el enfermo de cáncer recién diagnosticado esta terapia va asociada a la idea de vómitos y náuseas, a malestar, a historias reales o de ficción que han formado en su imaginación sensaciones desagradables y connotaciones peyorativas.

Para un enfermo recién diagnosticado la quimioterapia es algo que primero te pone los pelos de punta y después te los quita.
No sabe que cada vez son menores esos efectos, en muchos casos, ni que existen pautas antieméticas, para evitar náuseas y vómitos.
El médico tiene la obligación de informar y el enfermo de informarse y autorizar.

De modo que este se encuentra con un texto en el que, entre otras cosas, se dice en primera persona del singular:
 "Las complicaciones incluyen, entre
otras: inflamación, posibilidades de hemorragia, infección y necrosis, reacción alérgica a alguno de los productos y materiales utilizados...
También he sido informado de la posibilidad, extremadamente rara, de
fallecimiento por complicaciones de la anestesia o de la operación".

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