martes, 22 de septiembre de 2015


GENEROSIDAD.



“A mediados de agosto, recibimos la llamada de un amigo sacerdote que nos informó de la grave situación en la que se encontraban cientos de cristianos iraquíes que se habían refugiado en Erbil, la capital del Kurdistán, huyendo de las matanzas."
 Estaba buscando familias de acogida en Francia. 
“La situación era trágica - cuenta Olivia- y estábamos realmente conmovidos por esta llamada de auxilio. Nos sentimos solidarios con nuestros hermanos, bautizados como nosotros y perseguidos a causa de su fe. De la noche a la mañana se encontraban en la indigencia”.

“Sin embargo, debo admitir, también éramos un poco reticentes a la acogida: tenemos siete hijos, la casa no es enorme... Evaluamos los pros y contras y estaba claro que nuestra comodidad se vería afectada".





Mientras todavía estábamos pensando, mis suegros ya habían accedido a recibir a un grupo. 
Entonces pensamos: ‘no podemos dudarlo más’.

Nuestros hijos mayores, de 15 y 14 años, nos empujaron a aceptar. ‘Podemos hacerles sitio’, dijeron, ‘vamos a organizar la casa de otra manera y podemos buscar ayuda’”.
Dada la urgencia de la situación, Francia ha facilitado la concesión de asilo a los cristianos orientales. Los procedimientos administrativos fueron fáciles.

 “Bassam y Raghad y sus tres hijos llegaron poco después, gracias a nuestro aval ante el consulado”.



Mosul, ciudad junto a Karakoch, donde vivían Bassan y Raghad con sus 3 hijos.Mosul, ciudad junto a Karakoch, donde vivían Bassan y Raghad con sus 3 hijos.
“Hemos reservamos unas habitaciones para ellos en la casa, y hemos planeado nuestra vida en común. Por supuesto, ellos no hablan francés, pero, afortunadamente, el padre de Bassam era profesor de Inglés en Irak, y de ese modo podemos comunicarnos”.

“Llegaron un sábado, que nunca olvidaré. Todos estábamos muy emocionados. Nos sentimos muy cerca de ellos, estamos unidos por el bautismo. Muchas veces me pongo en su situación, y veo que lo normal es recibir ayuda”.
Chapeau!

La familia de acogida:

​Olivia y Thimothée y sus siete hijos viven en un pequeño pueblo entre Lille y Valenciennes (Francia). 
La familia acogida:
Bassam y Raghad, con sus tres niños de 9, 7 y 3 años, quienes se vieron obligados a huir de Karakoch en agosto.

http://www.opusdei.org/es/article/bassam-y-raghad-bienvenidos-a-vuestra-casa/

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