UN DÍA ESPECIAL.

Me resulta difícil resumir una vivencia especial. Por eso - y para completar mis impresiones- he colgado algunos vídeos. Merece la pena verlos: la entrevista a una madre que vivió cómo su bebé prácticamente se consideró muerto y... no cuento el desenlace. Su mensaje final... ¡sustancioso!;
un breve reportaje en TV...

Por mi parte:
- El viaje en bus a Madrid con un ambiente estupendo. Familias con niños, gente de edades diferentes... 

 - Al llegar a Madrid, lo mismo, multiplicado por mil y con diferentes colores y lenguas:

- Ya en el recinto, muy buena organización, todo muy ordenado. unos 3000 voluntarios de diferentes países trabajando y ayudando: por supuesto, también valoramos el servicios de protección civil, médico, seguridad...

Llegamos sobre las 9 de la mañana.

Tras una preparación con cantos y orientaciones, la Santa Misa comenzó a las 12 con gran solemnidad, música litúrgica (orquesta y coro fantásticos)... y el momento emocionante en el que
 el rostro amable de don Álvaro nos miró a TODOS Y A CADA UNO, con esa mirada inteligente y cariñosa que siempre le caracterizó.


Y, tal y como había planeado, entonces le dije, seguro que como miles de personas:

¡Gracias! 

Gracias por ser un referente, por haber demostrado con hechos que vale la pena superar dificultades, seguir el camino que Dios nos va indicando e intentar ser

sembradores de paz y de alegría.

¿