Para reflexionar sobre este tema nos reunimos en mi casa (que es un Centro del Opus Dei).
El inicio de curso es, generalmente, un momento de reorganización personal, familiar... a veces también profesional. Días de buenos propósitos, de elecciones... Por eso, lo primero es establecer unas PRIORIDADES Y,luego, intentar mantenerlas.
Partiendo de que la persona es cuerpo y alma, mente y espíritu, lo ideal sería un equilibrio en el mantenimiento y crecimiento de cada una de estas dimensiones.
En la reunión centramos la reflexión en un campo que, a veces, no parece urgente, cuyos resultados no se ven necesariamente a corto plazo, pero que son MUY IMPORTANTES:
el cultivo del propio crecimiento interior, la mejora personal, lo que da sentido a la vida...
¿Qué será eso tan importante, que ilumina y engrandece la existencia, que ayuda a llevar bien el sufrimiento y a gozar de los momentos gratos?
La luz de la Fe: ilumina nuestro camino, nuestra propia vida y la de los demás, aún en sus etapas difíciles.
Es el caso de Carolina quien, a lo largo de tres años de dura enfermedad (12 veces en quirófano, químio, radio, infecciones, complicaciones...) no perdió la paz ni la alegría, transmitiéndola a su marido, hijos, amigos...
Por eso le pedimos que compartiera su testimonio, aunque es algo muy íntimo.
"La confianza en Dios, el trato asiduo con Él..." vendría a ser lo esencial.
Añadió que esto no se improvisa y por eso es fundamental dedicar un tiempo concreto cada día para hablar con él, conocerlo mejor y así amarlo más y más. También son muy recomendables unos días de Retiro al año, algo que ella hace habitualmente, excepto cuando estuvo grave.
Este cimiento es el que explica que el edificio no se derrumbe cuando llega la enfermedad y el sufrimiento.
No hay más que ver su rostro para intentar seguir su consejo.
En esa misma línea, Charo (la segunda por la derecha en la foto de abajo) dijo que para poder dar razones de nuestra Fe, es necesario recibirlas, entenderlas, estudiarlas...
¡Eso sí! - advirtió- ¡cuesta, supone un esfuerzo, especialmente cuando
- como es su caso- se concilia trabajo dentro y fuera de casa.! Cuesta pero... ¡vale la pena!
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| Teresa Carrera lee algunos fragmentos de la Encíclica "La luz de la Fe." ¡ Maravillosa! |
Emma repartió unos folletos con la oferta de medios de formación (Retiros, charlas...), así como horarios para poder recibir el sacramento del perdón.
Llegamos a la conclusión de que lo MÁS importante de este curso - y, en general, en la vida- es
CULTIVAR LA FE.
Despedimos a las que se tenían que marchar y el resto nos quedamos a una cena fría.
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