Alerta.


La previsión metereológica anunciaba un fuerte temporal.
Las autoridades activaron el protocolo de emergencias.
Los ciudadanos se prepararon para reforzar la seguridad de sus casas, en las que deberían permanecer hasta que pasara el peligro.
No sabían exactamente que intensidad alcanzaría, ni su poder destructor.
Temían que fuera devastador, pero intentaban afrontarlo con serenidad y transmitir seguridad a los demás.
Afortunadamente la electricidad no se había visto afectada, como tampoco Internet, por lo que podían mantenerse informados y en comunicación con familiares y amigos.

Fueron pasando los días y únicamente se notaba viento y lluvia de moderada intensidad.

No había que descuidar las medidas de seguridad, pues la alerta seguía activada.
Los Medios de comunicación las recordaban continuamente.

En los grupos de wassap la pregunta más frecuente:
¿cómo estáis?

Siendo las respuestas habituales:


:😁😯😕

Es decir, con miedo, expectación o ...

Simplemente ... "Estamos."


Siguieron pasando las horas, algunos días más.

Los expertos anunciaron que el peligro había pasado.

Alerta desactivada.

Los mensajes de wassap empezaron a llenarse de sonrisas y caras alegres.
Los ciudadanos salieron de sus casas y comprobaron que nada de lo que temían había ocurrido.

Yo también salí a disfrutar del sol y del cielo azul.

El tifon  HALAVEN no provocó efectos secundarios significativos.

En realidad, no estuve aislada en casa.
¡Eso sí ! Estos días no me alejaba mucho... Por si acaso aparecían algunos de esos efectos.
Tampoco estuve atemorizada. Solo un tanto cautelosa y prudente, expectante.
Pienso que mi principal baza es la ACEPTACION: acepto de antemano lo que pueda pasar.


Y, entre tanto...

VIVO.