martes, 8 de diciembre de 2015


PONER EL CONTADOR A CERO.

Cualquier momento es bueno para intentar reconducir la propia vida.
Resumiendo mucho, podríamos ver tres pasos:
1. - Hacer balance.
2. - Identificar aciertos y errores.
3. - Potenciar los primeros y desterrar los segundos.

En la vida real, como sabemos, las cosas no son sencillas o, tal vez, cuesta verlas con claridad.
Generalmente, valorar la propia vida no suele ser fácil, PERO SÍ POSIBLE.

1. Hacer balance:
a dónde quiero llegar, qué quiero hacer con mi vida...
Qué espera Dios de mí.

2. Identificar aciertos y errores.
Dar gracias por los primeros y concretar medios para mantener y seguir avanzando.
Los hábitos buenos pueden ser difíciles de conseguir, generalmente por repetición de actos conscientes. Cuanta más intensa sea la voluntad de lograrlo, mejor.
Luego hay que mantenerlos e intentar seguir mejorando.

En cuanto a los errores, los hay de distinto tipo. Los más graves son los que suponen ofensa a Dios y/o a los demás. 
Ha habido advertencia por parte de mi inteligencia: algo que no debería decir, hacer o pensar.
Aunque haya sido un momentito.

Mi voluntad se ha inclinado hacia el mal.

Después, cuando me doy cuenta, puedo autojustificarme 
o
RECONOCERLO Y PEDIR PERDÓN.

La buena noticia es que 





DIOS LO PERDONA TODO.

DIOS ME PERDONA TODO.

Solo con que me arrepienta y se lo pida.


Por eso, cualquier momento es bueno para pedir perdón y, 
 liberado de ese peso,
volver a empezar.

Nos ayuda ponernos un plazo: cuándo voy poner el contador a cero.
El mejor momento es






¡AHORA!



En más de veinte siglos de historia solo ha habido cinco años jubilares=

cinco ocasiones de oro para volver a empezar.

Nosotros estamos empezando el quinto, en el que Dios quiere regalarnos muchas cosas buenas y conducirnos con sus brazos amorosos a cumplir las metas REALMENTE IMPORTANTES.

Si nos dijeran que en un punto de nuestra ciudad están obsequiando viajes, por ejemplo,
posiblemente habría (¡ Y con razón!) colas y colas.

Pues en nuestra alma, en cada una, si abrimos la puerta, Dios nos va regalar el pasaje a una vida más plena y
y
¡¡a la felicidad definitiva!!

¡¡A POR ELLA!!




JUBILEO: Indulgencia plenaria que el Papa de Roma concede a los católicos en ocasiones especiales.

INDULGENCIA: Perdón de los pecados concedido por la Iglesia católica.


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