AÑO NUEVO... LUCHA NUEVA.

Lucha para MEJORAR en hábitos concretos, en virtudes...
Lucha para desterrar lo que me pueda alejar de Dios y de los demás.
Lucha por cultivar lo bueno y que ayuda a CRECER.

Lucha por intentar hacer la vida agradable a los demás. (O, al menos, no hacérsela difícil.)

Lucha para reconocer MIS defectos y errores e intentar no repetirlos.
Aceptar también las contrariedades, imprevistos y dificultades, intentando afrontarlas con la mejor actitud posible.



Luchando es más probable que tengamos esa

 PAZ 
y
FELICIDAD

que tanto anhelamos y que estos días nos deseamos unos a otros.





Como sabemos bien, la vida no cambia por el mero hecho de arrancar una hoja de calendario.

Sí es una oportunidad para poner el contador a cero, hacerme algún propósito y concretar los medios para ir consiguiéndolo.

Con este deseo mañana por la noche empezaré unos días de Retiro espiritual, como hago todos los años.
¡Eso sí! Sabiendo que
 CADA AÑO ES ÚNICO E IRREPETIBLE.

Unos días de sosiego, de silencio acompañado, de oración...
Unos días para conectar con Dios y disfrutar de su misteriosa y real cercanía.
(Misteriosa en cuanto que está oculta a los sentidos del cuerpo; no a los del alma, cuando se encuentra alerta y dispuesta.)

Días para recibir su perdón, consuelo y fuerza en el Sacramento de la Penitencia.
Y el alimento de su Cuerpo en el de la Eucaristía.
Un alimento que transforma y aporta una energía inagotable.

Tendré muy presentes a quienes quiero y me quieren. 
Entre ellos, estáis cada uno de vosotros.

CADA UNO.

http://www.elllendon.org/