TODO BIEN.

Disculpas por mi ausencia de estos días.

Podría pensarse que se debe a algún problema de salud.
Más bien es lo contrario: precisamente porque estos días tengo más energía, aprovecho para hacer tareas que he ido posponiendo cuando estaba más baja.
¡Eso sí!: alternando con descanso.
 Es algo que parece que - ¡por fin!- voy aprendiendo:
 a parar antes de estar agotada.

Esta paulatina recuperación de defensas es lo normal en los ciclos de químio: a partir del día 15, más o menos, se suele notar.
¡Y más me vale! pues el viernes 28 recibiré otro.

En cuanto a efectos secundarios, el Carboplatino me ha provocado uno nuevo para mí:
alteraciones en el sentido del gusto. 
Los primeros días empecé a notar que hasta el agua me sabía mal: como a algo metálico.
Me costaba mucho comer, pues, además, era como si me costase tragar.
Afortunadamente, fue pasando.

La ventaja para el siguiente es que ya no me sorprenderá.