Pero, el hombre ¿sabe siempre lo que quiere? ¿Puede todo lo que quiere? Limitarse al propio yo y prescindir de la voluntad de otro, ¿es conforme a la naturaleza del hombre? A menudo la voluntad del momento no es la voluntad real. Y en el mismo hombre pueden existir decisiones contradictorias.
Pero el hombre se topa sobre todo con los límites de su propia naturaleza: quiere más de lo que puede. Así el obstáculo que se opone a su voluntad no siempre viene de fuera, sino de los límites de su ser.
Por esto, so pena de destruirse, el hombre debe aprender a que la voluntad concuerde con su naturaleza.
HACE DÍAS LEÍ este texto y me hizo pensar.
A ver si a vosotros, también.
En otro momento lo comento.
Ahora prefiero no "interferir" en la reflexión de cada uno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario