EMOCIÓN, INTRIGA...
DOLOR DE BARRIGA.

Esto lo decíamos de niños y me viene a la cabeza cuando recibo el mail con los resultados de los análisis.

Por otro lado, me digo a mí misma:
"Estoy tranquila, sea cual sea el resultado."
"Los marcadores no me <marcan>"

Y otra malévola vocecilla, como burlándose de mí, susurra:
"Más bien quieres estar tranquila."

Y ya cuando el archivo se abrió...
 - hace un momento- vi, en primer lugar, los datos positivos:

leucocitos y plaquetas, bien; incluso mejor.

Y cuando llegué al marcador, os puedo asegurar que me entró la risa y pensé:

"¡Más difícil todavía...!" (Como en el circo.)

Han subido a 2.600.
Como de costumbre, comento que el parámetro de normalidad está en un máximo de 30.
Pero bueno...
Me consuelo viendo que hace dos años la cifra era de casi 4000.

¡Y aquí estoy!

Varias veces me han recordado que el marcador no es el indicador más importante.


Además, me encuentro bastante bien...
Casi no estoy teniendo efectos secundarios.

Ayer por la noche pensé:
Esto debe de ser la adaptación al medio: 
el organismo sufre al principio, pero va creando sus mecanismos de defensa y se amolda.

Espero que a las células "malas" no les ocurra lo mismo, pues entonces no les afectará el bombardeo.

Supongo que llegará un momento en que puede 
que el tratamiento deje de ser efectivo, pues las células tumorales encuentran el modo de burlarse de él.

Como el día 4 voy a revisión a Pamplona, las imágenes del TAC
se encargarán de mostrar cuál es el estado de la cuestión.

Pero bueno...
de verdad,
de verdad

que

 ¡¡¡estoy tranquila!! (je je)