El hospital de día de la Clínica Universitaria es un lugar "dulce", en el
que te reciben con los "brazos abiertos" y sonrisas; así que las horas que paso allí no se hacen pesadas, ni duras.
 Supongo que a otros muchos pacientes les ocurre lo mismo, como se deduce por los detalles de agradecimiento que tienen algunos, como esta casita de chocolate personalizada.
Me dijo una de las enfermeras:
"Nos da pena comerla."

Tal y como estaba previsto, me acompañó Ricardo, mi hermano.

El plan de hoy, viernes fue:
9'00- Consulta en Oncología. Grato recibimiento de la enfermera que me corresponde (Manuela) que me pregunta cómo estoy, me pesa (59 kg y medio), toma la tensión (baja), me da unos consejos para tratar llagas boca...
Después el dr. Fdez.nos atiende, me da el "visto bueno": todo en orden.
Me da unas orientaciones.
A las 9'45 ya estábamos en Hospital de día, que es una zona de la misma planta.

En la foto de abajo Ricardo y yo estamos junto al mostrador (y la casita de chocolate). En el reloj que está justo encima de mi cabeza queda constancia de la hora de salida.
En ese tiempo recibí el tercer ciclo, con su premedicación  y heparinización e hidratación posteriores.

Sobre las 15'00 h. salimos de Pamplona y, con una paradina cerca de Torrelavega, Ricardo me dejaba en casa, en Oviedo, a las 20'00 h. A él aún le quedaba regresar a su casa, cerca de Ribadesella.

¡Un hermano, acompañante y conductor 10!

 

Por último:

Como siempre - y DE TODO CORAZÓN- a todos los que me habéis acompañado con vuestro recuerdo, interés, oración...

¡MILLONES DE GRACIAS!