jueves, 29 de enero de 2015

EL DÍA QUE CAMBIÓ MI VIDA.

El 28 de enero de 2013 me diagnosticaron una metástasis, tras más de doce años sin evidencia de enfermedad.
Hace dos años, por tanto.
Fui ingresada por urgencias e intervenida para drenar más de dos litros de líquido en el pulmón izquierdo.
Además, se tomaron muestras de los tejidos, que confirmaron el diagnóstico:
múltiples implantes tumorales en la pleura.

Ese día cambió mi vida,
como ya había cambiado el 13 de noviembre de 2000 cuando me diagnosticaron el tumor primario.

Ayer y hoy he recordado con emoción aquellos días.
Con una emoción serena
y
¡agradecida!
 Habitualmente este tipo de metástasis parece ser que suele cursar sin síntomas alarmantes, sin dolor...

Así que lo he celebrado interiormente dando gracias a Dios,
paladeando la vida que me ha sido concedida...

una vez más.

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